FELIZ DIA MAMÁ!

Ser mama no es fácil. Ser mama es lo más difícil que he tenido que hacer en toda mi vida. Los retos se suceden unos tras otros y cada etapa resuelve unos y trae consigo nuevos. Ser mami es maravilloso y agotador. AGOTADOR. Quisiera abrazar muy fuerte a todas las mamis a quienes, como yo en su momento, la mera mención del nombre de su angelito le traía lágrimas a los ojos. Quisiera decirte, mami, que todo está bien, que tus lágrimas son válidas, que es normal sentir tanto amor que el corazón te explota pero a la vez también sentir algo de frustración, tristeza, molestia y resentimiento… culpa. Quiero decirte que no sientas culpa, porque no la mereces. Que nadie nos pudo preparar (ni aún si nos lo contaron) para el cansancio extremo que sentimos día y noche durante tantos días, semanas, meses y hasta años. Reconozco tus lágrimas de agotamiento porque también fueron mías. Reconozco la sensación de aislamiento que sientes cuando en el medio de la noche parece que el mundo entero durmiera menos tú y ese angelito que llevas en tus brazos. Reconozco que a veces me sentí muy molesta con la situación que me tocaba vivir, a pesar del amor infinito que siento por mis hijos que son la luz de mis ojos y lo mejor que me ha pasado en el mundo. Y reconozco que me sentí mala madre por sentirme molesta, por contar los años que faltaban para que esos pericotitos crecieran y pudieran valerse por si mismos, porque en ese momento yo sentía que ni siquiera podía cuidar de mí.

Quiero decirte que no está mal extrañar tu tiempo sola, tus noches con tu pareja, tu suenio tan preciado. Pensar así no te convierte en una persona egoísta, o en una mala madre. Pensar así lo único que comprueba es que eres de sangre y hueso. Eres humana y necesitas un respiro. Porque cuando TU estás bien puedes cuidar mejor de todos aquellos que dependen de ti. Porque cuando han pasado meses sin dormir y te sientes deprimida, angustiada, frustrada y sola, la calidad de atención que le puedes dar a tu angelito definitivamente NO ES el tipo de calidad de tiempo y atención que realmente sabes que le puedes dar. Porque el apego que construyes con tu hija no se basa en cuatro reglas que se leen en un libro sino que se basan también en aquellos momentos llenos de amor, de paciencia, de cariño y de ilusión que tanto madre como hijo pueden disfrutar cuando han podido descansar y reponerse de las correrías de la vida.

No. Nunca será egoísmo pensar en ti. Respetar tu cuerpo y conocer tus límites no te hace una mala madre ni una madre egoísta. Muy por el contrario te hace una madre humana que sabe que el mejor cuidado que le puede dar al amor de su vida es el que le da cuando ELLA se encuentra bien. Que todos los días sean el día de la Madre. Te celebro porque eres grande, eres fuerte y eres puro amor. Mereces ser feliz con tus hijos, tu felicidad se la transmitirás a ellos también. No temas admitir que eres humana. No temas admitir que estás cansada, agotada incluso. Eres una súper mamá y reconocer tu humanidad no te hace menos y más bien puede ser el primer paso para lograr una vida más equilibrada y feliz: la que tanto te imaginaste y soñaste mientras esperabas la llegada del amor de tu vida. Hay cosas en la vida que no tienen solución, es cierto. La falta de suenio para ti y para tu bebé, gracias a Dios, no es una de ellas.

FELIZ DIA MAMÁ!

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